En estos últimos meses pasaron muchas cosas, demasiadas cosas, diría yo. Cambié en muchos aspectos, creé un grupo de amigos increíbles, descubrí finalmente qué quería estudiar en la aterradora universidad, y mi relación con mi familia no está ni cerca de ser cordial, ya saben, ¿conocen algo llamado hipocreía y karma? bueno, son muy útiles cuando lo aplicas a tu vida.
Déjenme contarles desde el principio: Mi APOTEOSICA GRADUACIÓN.
Ustedes saben el mal concepto que tenía de las instituciones educativas, sobre todo en la que yo estudiaba. Algo cambió esos últimos meses del último año, no sabía por qué porque la escuela era la misma, los profesores seguían siendo unos malditos verdugos sedientos de sangre adolescente (No todos, claro. Tengo que salvar a mi fabulosa profesora de Literatura), y cada condenada cosa seguía completamente monótona, así que llegué a la conclusión de que en realidad no era mi entorno lo que había cambiado, era yo que comencé a ver las cosas desde otra perspectiva, ¿y les digo algo? fue lo mejor que pude hacer, porque esos últimos momentos con mis compañeros y mis amigos fue casi de película y no creo haber podido disfrutar de esas pequeñas cosas si hubiese seguido con mi cinismo habitual.
En todo ese tiempo, tuve un novio (Sí, finamelmente, ya no recordaba ni cómo se sentía besar) pero las cosas no funcionaron, y la verdad a mí él no me gustaba tanto como al principio lo hizo así que el día que cumplimos dos meses, rompimos... bueno, yo rompí con él y había decidido no tener otro novio hasta que empezara la universidad...
Después de que me gradué, mis amigas y yo econtrábamos cualquier excusa para reunirnos todos los días en cualquier parte; siempre hemos sido unas chicas que se saben divertir, y en una de esas reuniones una de mis amigas, vamos a ponerle Jane, nos dice que su mamá estaba planeando hacer otra fiesta de graduación, y pues, obviamente nosotras ni cortas ni perezosas nos alegramos mucho por eso.
Cuando llega el día de la fiesta, a mí me pasó de todo: Me quedé en casa de una amiga preparando el vídeo sorpresa de nuestros mejores momentos en el último año y cuando ya lo teníamos listo, el programa colapsó y después de tantas horas de trabajo, lo perdimos, y ya faltaban un par de horas para la fiesta, y sin mencionar que tenía mi período, y soy demasiado abundante y me dan unos calambres terribles, y por el estrés que llevaba sentía como si fuera una represa desbordándose; así que como pudimos hicimos un vídeo de puras fotos que aunque era cortito quedó mejor que el anterior que duraba once minutos.
Cuando llego a mi casa, me encuentro a mi hermana lista y me dice que me dé prisa porque íbamos a llegar tarde, y yo creo que Flash se quedó corto con lo rápido que me vestí y maquillé, usé un vestido cómodo y unos shorts delgaditos porque nadie quiere dejar una hermosa obra de arte en acuarela roja pintada en alguna silla, ¿cierto?
En fin... llegamos a la fiesta, estaban mis amigas y otras personas, había música, un ambiente genial... ah, y claro a mi ex, para ese tiempo ya teníamos como un mes y medio de haber roto, y no me molestaba su presencia para nada, sino que sospecho de la relación cariñosa que tiene con una de mis amigas. Y no es que me haya sentido celosa o algo similar, es que a mí simplemente no me va la gente que prefiere a los hombres antes que a sus amigas, simplemente no. Ellos ni siquiera eran cercanos antes de que empezaramos a salir...
La fiesta fue una demencia total, bailamos encima de las mesas, tomamos shots, cantamos, gritamos... fue una locura. La gente empezó a irse pero nuestro ánimo no decayó en ningún momento, así que nos llegó la medianoche a mis diez amigos y a unos familiares de Jane y se nos había acabado el alcohol, así que salimos en una furgoneta buscando por otra botella de alcohol.
Ahora, tengo que avisarles de que estoy a punto de contar algo extrema y peligrosamente personal, así que les recuerdo no juzgar y si lo hacen pueden estar seguros de que me va a importar tanto como un pepinillo.
Eran como las dos o tres de la madrugada, y como todas estábamos pasadas de tragos decidimos quedarnos a dormir en casa de Jane, pero claro, algunas de mis amigas tuvieron que irse porque no les permitieron quedarse. Así que quedamos cinco amigas, un amigo, mi ex y tres primos de Jane.
Y aquí viene el caos...
Cuando regresamos a la fiesta que tenía lugar fuera, otro de los primos, el que no había visto, invita a bailar a Jane.
Es ahí cuando realmente lo miro, y me sorprendo porque me gustó lo que vi y mucho.
Él y yo nunca habíamos hablado antes, es un año mayor que yo, estudiaba en mi misma escuela, y no sé si fue el alcohol en mi sistema pero sentí como si nunca lo hubiese visto antes. Así que me acerco a mi hermana y le digo "Me gusta el de blanco", y como que lo dije más fuerte de lo que creí porque Cassie me mira y me responde "¡Él es bello!" y cuando Jane y su primo terminan de bailar, Cassie y mi hermana le cuentan lo que yo había dicho, a lo que ella responde:
"De hecho, Rose, él me acaba de decir lo mismo. Le gustas."
En ese momento mis pensamientos fueron como:
Creo que el alcohol le da valor a uno porque, en vez de reaccionar como una loca por tener la atención de un chico e ir a esconderme, le dije.
"Listo. Dile que me invite a bailar"
Lo siguiente que sé es que música viene y va y él no me invita a bailar, así que mi amiga Cassie toma la iniciativa y lo invita, él accede (y tengo que admitir que quise matar a mi amiga por eso), así que Cassie, como es una chica que no se va con rodeos, lo comienza a bombardear con sus preguntas y le dice que por qué no me pide bailar, a lo que él responde que no podía hacer nada hasta que su tía (mamá de Jane) no se fuera a otro lugar. Terminan de bailar y ella me cuenta esto a mí, así que me quedé en la mesa.
Por otro lado, estaba mi ex allí y desde hace rato que me miraba, y yo me sentía incómoda porque la canción que habían reproducido en ese momento es una que justamente él me había dedicado, y actué por instinto y me levanté de la silla a invitar a el primo de Jane... vamos a ponerle León, él se quedó sorprendido cuando se fija que voy caminando hacia él y yo le digo: "Vamos a bailar". Es un poco alocado porque después de toda una eternidad conociéndonos las caras, estas son las primeras palabras que cruzamos...
Anyway, él me tomó de la mano y me dijo que no quería negarme bailar, pero él no bailaba música lenta, y me prometió que cuando colocaran una más movidita, me buscaba. Me pareció una vaga excusa, así que me senté sin ninguna esperanza de que de verdad fuera a invitarme...
Pero él lo hizo, bailamos una canción que no recuerdo todavía, y él era tan alto... pero fue bonito y la única canción que bailamos esa noche.
Lo que viene es de lo que les advertí al principio...
Termina la fiesta, recogemos todo, vamos al cuarto a cambiarnos de ropa, hablamos un poco de lo que pasó con León y yo, y Cassie y el otro primo, cuando Jane nos dice:
"Ellos vienen ahorita"
Yo pensé que íbamos a jugar a girar la botella o algo parecido, pero me equivoqué. Esto era una GRAN hazaña, porque los padres de Jane estaban en la habitación contigua y lo que sea que pase en la habitación de Jane se escucha en la de ellos. Así que teníamos que estar bien calladas. Éramos Jane, Cassie, mi hermana y Michelle, todas estábamos nerviosas pero yo estaba en total calma...
O eso pensé, cuando entran los chicos yo comienzo a carcajearme inmensamente y como nunca, me había colocado un trapo encima para ahogarlas y para no ver a los chicos, porque era la primera vez que hacía algo tan arriesgado y nos podían cachar.
Las chicas hicieron de todo para callarme, y en el cuarto estaban justamente los tres primos, León, el de Cassie, y el de mi hermana que se había graduado con nosotras, y honestamente ellos no se gustan, pero mi hermana lo hizo como apoyo moral (?
Había una cama, en ella estaban Cassie y su chico y mi hermana y el primo que se graduó con nosotras, y yo estaba en una hamaca, y abajo había un colchón, entonces Michelle y Jane, que eran fieles a sus novios, me bajaron de ella hasta un colchón con León.
Ahora si no voy a entrar en detalles pero fue todo muy hermoso, de verdad, porque de los tres primos él era el que iba en serio. Él no tenía novia, y yo tampoco estaba con alguien, así que fue de película y nos tocó el espacio con más intimidad, porque los demás no nos podían ver muy fácilmente, pero una cosa sí les digo, ninguna de nosotras, Cassie, mi hermana y yo fuimos más allá de los besos y las caricias.
Y les digo que él fue muy respetuoso conmigo. Y tiene mucha, mucha experiencia, juro que pensé que a mí nunca me habían besado antes, después de los besos de León.
Yo le dije, (entre besos, claro) que no me sentía bien, porque estaba besando a alguien que no era mi novio y que era primera vez que hacía algo tan loco como esto, y que estaba bebida, y él me respondía que me calmara, que él iba a respetarme y que si yo no recordaba esto al amanecer, él me lo recordaría y además prometió llamarme al otro día. Nunca le creí nada, por supuesto, porque los hombres al final del día son hombres, y sólo piensan en una cosa.
De hecho, recuerdo muy vívidamente haberle preguntado que a qué hora se tenían que ir, porque no podían quedarse hasta que saliera el sol, y él respondió:
"De ser por mí, amanezco aquí"
Y también repetía mucho, "No me quiero ir"
Les contaría más, pero no quiero que me odien algunos por dar más detalles de los debidos.
Al final, a las cinco y algo de la madrugada, Jane encendió la luz y nos miramos a los rostros de cada uno, y todo estaba bien hasta que alguien exclama:
"Rose, ¿qué te pasó en la boca?"
Yo todavía estaba drogada por los besos, y no entendí nada hasta que me levanté y me vi en el espejo... ¡Mis labios estaba como una maldita berenjena! A toda sinceridad, no les puedo mostrar fotos pero lucía exactamente o peor que esto:
Justamente como Jennifer Lopez en Monster-in-law...
Y me dolían como si me los hubiesen molido, todos se rieron menos él y antes de salir de la habitación, me depositó otro beso. Después, conversando con mis amigas, Cassie me dijo que era imposible que no me haya dado cuenta de los morados o chupones, porque cuando te los hacían dolía, pero yo no sentí dolor alguno mientras me besaba...
En fin, al día siguiente llegué a mi casa con la excusa de que me habían golpeado sin querer, y hoy por hoy mi novio jura no volver a hacerme esos morados (¿O chupones?)
Y sé que ha quedado larguísima esta anécdota, pero yo sé cómo les encanta saber de mi vida loca. Quizá no sea un héroe la persona con la que estoy, pero sí me hace feliz, aunque mi madre lo odie y no sepa que somos novios, pero shhh, no se lo digan a nadie.
Los amo mucho, ángeles. De verdad espero saber qué piensan de esto, si les dio risa, si los horrorizó o si ya les ha pasado algo similar o lo que sea. Mi objetivo es decirles que no están solos, todo el mundo pasa por estas cosas y a veces es bueno desahogarte con alguien... Yo los escogí a ustedes y espero que ustedes me escojan a mí.
¡Los amo, ángeles!
Les dejo esta canción de la gatita Perry, para que sepan a qué me refiero con el título.
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